El fracaso escolar en la Comunidad Valenciana ronda la escalofriante cifra del 39,7%. Eso significa que una gran parte de los alumnos abandona los estudios sin haber conseguido el graduado escolar y de los cuales muchos dejan las clases antes siquiera de haber cumplido los 18 años. Esos son los datos oficiales que pueden extraerse de la revista Magisterio.
Ante estos datos, la situación de los institutos no se presenta nada halagüeña. La escasa dotación económica, la falta de recursos académicos o el menoscabado estímulo para continuar los estudios superiores son algunas de las variables de las que protestan en los centros públicos. Sofía Morales, directora del IES Virgen del Remedio, nos cuenta:
«Los profesores hacen maravillas con estudiantes de veinte niveles distintos, los alumnos no se sienten bien atendidos, la Administración no pone los recursos necesarios y los padres no tienen tiempo porque están trabajando de sol a sol».
Morales además recalca la dificultad que entraña la integración de los inmigrantes en los institutos, sobre todo cuando la Administración tiende a concentrarlos en los centros públicos, y pide al Gobierno que los “comparta”, no porque sean inmigrantes, sino para facilitar su integración. Por su parte, la Jefa del Departamento de Orientación del IES Gran Vía, M.ª Fernanda Chocomeli, incide en las diferencias socioculturales que obstaculizan el aprendizaje de los hijos de los inmigrantes.
«En los centros educativos notan que hay menos libertad y lo pasan muy mal, porque han pasado doce o catorce años de su vida en su entorno familiar”
Sofía Morales duda de que el Plan Éxit, por el que se concederían clases extraordinarias y una nueva convocatoria de examen en julio, reducirá el fracaso escolar, ya que considera que debe prepararse mejor a los alumnos a lo largo del curso. Por su parte, M.ª Fernanda Chocomeli propone una hoja de ruta para la Administración: más formación para los profesores de secundaria y los padres, hacer repetir a los alumnos desde primero y segundo de primaria, antes de llegar a edades más avanzadas, y que el Gobierno se ocupe de evitar el absentismo y dote de suficientes recursos a los institutos.