Marciana Molina es profesora de Religión en el IES Jaime II de Alicante. Lleva catorce años en la enseñanza de la asignatura y se siente orgullosa de su profesión. Este nuevo curso, se enfrenta a los problemas que la aplicación de la LOE está generando en el desarrollo de su trabajo. En 1.º de Bachillerato, se ha relegado a la Religión a última hora y además a sus 12 alumnos les coincide con otra asignatura. Marciana Molina les pone ejercicios para casa y les recomienda seguir su blog sobre Pablo de Tarso.
Pregunta: ¿Cómo ha afectado la LOE a la asignatura de Religión?
Respuesta: Pues que como no se ha cumplido la normativa de Atención Educativa en perjuicio del alumnado de religión, estos se consideran marginados y cuesta mucho que vengan a clase. Entonces hemos adoptado la estrategia de ponerles trabajos y no tengo que venir todas las veces.
P: También ha habido problemas con respecto a la reducción de las horas de religión, ya que afecta al sueldo de los profesores…
R: Claro que afecta al sueldo, y además disminuye el número de profesores. Ahora el profesorado tiene mucho miedo.
P: Ahora sucede además que la asignatura de Religión no es evaluable…
R: No es evaluable, efectivamente. Nosotros le ponemos nota y aparece en el boletín. Lo que pasa es que no cuenta para nada. Y además, los alumnos que se esfuerzan, vienen a clase, están atentos en la asignatura y les gusta se preguntan por qué no la van a evaluar. Creo que al estar en la escuela tiene que ser evaluable. Todas las asignaturas son evaluables y en la asignatura de Religión se transmiten conocimientos teológicos, filosóficos, sociológicos, psicológicos y por tanto deberían ser evaluables.
P: El hecho de que los contenidos de Religión ya no sean evaluables, ¿crees que se debe a una iniciativa para desincentivar la asignatura?
R: Desde luego, lo han hecho para desincentivarla y para ir eliminándola poco a poco. Aunque existe el Concordato con la Santa Sede y legalmente no pueden eliminarla, están poniendo trabas para que caiga por su propio peso. Por ejemplo, en Bachiller, como no recibe el mismo trato que Atención Educativa, el alumno deja de matricularse en religión.
P: ¿Por qué crees importante que los padres matriculen a sus hijos en religión?
R: Creo que es importantísimo eso que dice la Constitución de que el alumno reciba una educación integral y en una educación integral se encuentra la dimensión espiritual del ser humano. Por otro lado, es importante que en un mundo tan plural como en el que vivimos, en el que hay tanta mezcla de religiones, el alumno conozca el pensamiento budista, la tradición islámica como el pensamiento cristiano. No podemos educar a personas aisladas. Deben saber lo que hay y conocerlo para luego poder relacionarse.
P: Entonces, ¿crees que es necesario el conocimiento de otras culturas y religiones?
R: Sí, por supuesto, todo nuestro conocimiento es humanístico. La religión cristiana que damos en la escuela es de contenido humanístico. Eso para mí es progreso, es lo que hace avanzar a la sociedad. Es cierto que ha habido periodos más fundamentalistas, en los que se ha llevado la religión de una manera muy estricta. Pero el pensamiento humanista, que mana del Evangelio, es universal y es lo que hace avanzar a la sociedad. Los tiempos van cambiando y habría que cambiar las formas de presentarlo.
P: ¿En qué afecta a los alumnos los contenidos de la asignatura de Religión?
R: Mirando lo que es el día a día de la asignatura, el concepto de autoestima de los alumnos que vienen conmigo a clase es imprescindible para que les vaya bien en las demás asignaturas.
P: No sería una asignatura centrada sólo en lo teórico, sino en la vida personal de los alumnos…
R: Por supuesto, afecta a todo. El alumno que viene a la asignatura de religión tiene que ser el que más se esfuerce, el que más atento esté en clase, el que mejor asimile los conocimientos y el que ponga todos sus talentos a funcionar. Lo que aprendan en clase de religión lo usarán durante toda su vida, en cuanto empiecen su relación de pareja, quieran formar una familia o se pongan a vivir juntos con alguien.
P: ¿No crees que eso les correspondería a los padres?
R: Sí, no cabe duda que los padres forman parte de la educación de los hijos, pero también necesitan tener contacto con su profesor. No sólo para que lo conozcan a nivel social, sino para que el alumno vea para que lo que sus padres dicen o su profesor dice está escrito en los libros y que está escrito por personas que tienen un nivel intelectual alto. Los padres les dicen a sus hijos cómo tienen que hacer buenas acciones y los profesores lo reforzamos de manera intelectual.
P: ¿Has encontrado algún tipo de desacuerdo con los padres acerca de los contenidos que transmites?
R: Yo hasta ahora no he tenido ese problema nunca. Quizás si tocásemos una religión muy fundamentalista, tal vez sí se entraría en conflicto. Pero si te atienes al Evangelio, no tiene por qué haber problemas. También tengo que decir que el profesorado debe estar bien formado. La Conferencia Episcopal ha hecho esfuerzos muy grandes. Pero todavía hay profesorado que no tiene la titulación adecuada. Y en esto hay que avanzar.
P: ¿Cómo ven los demás profesores del instituto que impartas clases de religión?
R: Hay algunos que no están de acuerdo en que la religión esté en la escuela. Pero al final me acaban diciendo que lo que no les gusta es que la institución religiosa dirija la asignatura. Ahora bien, en los conceptos que se imparten en Religión sí que están de acuerdo. Y los que ya tienen un poco de madurez piensan que es necesario.
P: ¿Preferirías que fuera una asignatura aconfesional?
R: No, no que fuera una asignatura aconfesional, sino que sea una asignatura como todas, que tenga la misma categoría, en el aspecto legal, académico e intelectual. La Conferencia Episcopal puede ocuparse del contenido que se da, o de la formación del profesorado, pero una vez que eso ya está arreglado, la Iglesia debe tener la confianza de que ese profesor está bien formado. De hecho, habrá que avanzar en este terreno. Los profesores de la asignatura deben salir de las faldas de los obispos. El laico debe ser respetado por sus conocimientos y su formación. Así funcionaría mejor la asignatura y la gente de la calle lo aceptaría de una forma muy natural.
P: ¿Cómo verías que se impartiese una asignatura común, como recogía la LOCE, que se llamase “Sociedad, cultura y religión”?
R: Está bien, lo que pasa es que se dispersaría el alumnado. La Religión católica perdería muchísimos alumnos al ser una optativa. Otro problema es que la religión musulmana va consiguiendo mucho campo y hay institutos donde la religión católica prácticamente se ha sustituido por la musulmana. La religión nuestra es optativa; la de los musulmanes también. Lo que pasa es que los padres musulmanes obligan a sus hijos a que estudien religión y los católicos no. No se hasta qué punto esa mezcla de religiones con las que el Gobierno ha pactado es buena. Por un lado, es una cosa que debe estar, siempre que nos haga avanzar. Pero si se enseña que mujeres y hombres no son iguales, yo no lo quiero.
P: ¿Crees que chocan los contenidos de Educación para la Ciudadanía con los de Religión?
R: Depende de cómo se enfoque y del profesor que lo dé. Por ejemplo, la igualdad entre el hombre y la mujer. En la religión católica teóricamente está superado, pero en la práctica no es así. O en el tema de la homosexualidad, puede que haya problemas, pues la religión tiene un concepto diferente. En las familias, se ve que no hay un único modelo de familia y que la sociedad se va imponiendo.
P: ¿Verías adecuado que EpC incidiera en aspectos más informativos que de índole moral?
R: Considero muy importante que la gente conozca la Constitución y los Derechos Humanos. Lo que pasa es que no se ha consensuado. Además, ha tapado los problemas de la asignatura de Religión. Nos sentimos abandonados. Incluso en las manifestaciones que hemos hecho por la asignatura de religión nos han mezclado con grupos cristianos que llevaban otras reivindicaciones. Entonces ahí nos hemos quedado perdidos, invisibles.